Introducción

El Masaje Tailandés es una terapia corporal preventiva integrada en la forma de vida de las culturas orientales como uno de los hábitos saludables a realizar. Puede recibirlo cualquier persona de cualquier edad, sin excepción y sin necesidad de esperar a tener un dolor agudo o enfermedad.

El Masaje Tailandés, a diferencia de otros masajes occidentales, actúa sobre todo el cuerpo mediante presiones con la palma de la mano, dedos, brazos o pies, estiramientos, movilizaciones y tracciones que repercuten en una agradable sensación de bienestar profundo y relajación.

Este masaje actúa sobre el sistema circulatorio, muscular, nervioso, digestivo y respiratorio, siendo especialmente indicado para personas que sufren de algún desequilibrio en cualquiera de los sistemas mencionados. Un masaje esporádico te aportará sensaciones agradables en el cuerpo, mientras que la continuidad y asiduidad del masaje reportará en una mejora del estado de ánimo y bienestar general, ayudando a que el cuerpo se adapte y responda procurando una mejor prevención por todo el organismo.

Dado que la intensidad del masaje tailandés es modificable según la necesidad de la persona, el masaje es beneficioso tanto para personas con hábitos sedentarios como para personas deportistas. También es recomendable para mujeres embarazadas siendo el masaje tailandés una buena opción de acompañamiento físico y emocional para la futura madre a partir del tercer mes de gestación.

Las presiones profundas del trabajo corporal tailandés consisten en apretar la musculación de manera que la fascia se estira hacia los lados, ayudando a descomponer el tejido muscular y estimulando la producción de fibras más elásticas. Los estiramientos sostenidos y regulares de los músculos dentro de la sesión de masaje tailandés restauran el equilibrio dentro y entre los grupos musculares funcionales, aliviando el dolor, aumentando la flexibilidad y mejorando la postura corporal mediante la supresión y toma de consciencia de tensiones innecesarias.

El Masaje Tailandés incide tanto en el aspecto físico, emocional y cognitivo, causando una sensación de alivio y bienestar que, una vez integrado, fomenta el cambio de hábitos posturales perjudiciales por otros más saludables repercutiendo en una mejora general del estado corporal, del estado de ánimo y de la autoestima.